Hipoteca fija o variable en 2024: Las claves para elegir bien

Tu segundo gasto más importante es la hipoteca que pagas cada mes. Este artículo te va a servir tanto si ya tienes una hipoteca, pero sobre todo si vas a pedir una nueva hipoteca.

Una hipoteca es algo que los inversores inmobiliarios y las personas normales pedimos para comprar inmuebles, ya sea para alquilar o para vivir en ellos. Es el segundo gasto más importante (el primero te lo cuento en un rato).

Tipos de Hipotecas

Hay tres tipos de hipotecas ahora mismo en el mercado:

  • Hipotecas a tipo fijo: Negocias y pactas con el banco un tipo de interés que pagarás durante toda la vida del préstamo.
  • Hipotecas a tipo variable: Pagas durante un período establecido, pero el tipo de interés fluctúa conforme pasa el tiempo y el mercado, generalmente referenciado al euribor.
  • Hipotecas a tipo mixto: Es una mezcla entre la hipoteca a tipo fijo y la hipoteca a tipo variable. Durante un período de tiempo la hipoteca será a interés fijo, generalmente al principio, y después será a interés variable.

¿Qué hipoteca contratar?

No hay una hipoteca ideal, hay la hipoteca más adecuada para cada persona. Depende de tus necesidades y objetivos. Aquí te dejo algunos perfiles para entender cuál podría ser una hipoteca tipo para cada uno de ellos:

  • Compradores de vivienda propia: Prefieren la tranquilidad de saber que pueden pagar su vivienda con una cuota fija, aunque el interés sea del 5%. Optarían por una hipoteca a tipo fijo.
  • Personas con disponibilidad de liquidez: Pueden optar por una hipoteca a tipo variable para pagar una cuota más baja. Sin embargo, deben estar preparados para posibles subidas en el tipo de interés.
  • Inversores:Podrían preferir una hipoteca a tipo fijo para tener todos los costes controlados y no dejar nada a la improvisación. Aunque también hay quienes optan por hipotecas variables para obtener mayores beneficios a corto plazo.

Negociación de la Hipoteca

Además de decidir entre hipoteca fija, variable o mixta, hay otras variables que debemos negociar:

  • Plazo del préstamo: Una hipoteca a 10 años no es lo mismo que una a 25 años. Alargar el plazo reduce la cuota mensual, pero aumenta el total pagado en intereses.
  • Costes asociados: Incluyen gastos de constitución, cancelación anticipada, estudio de la hipoteca, seguros, domiciliaciones y más.
  • Bonificaciones: Los bancos pueden ofrecer descuentos en el interés si se contratan ciertos productos (seguro, domiciliación de nómina, etc.). Es importante calcular si estas bonificaciones realmente compensan.

Alternativas a la hipoteca

No solo existe la opción de la hipoteca para financiar la compra de un inmueble. También puedes considerar financiación no hipotecaria, especialmente útil para operaciones de compra, reforma y venta a corto plazo.

Conclusión

No hay trucos mágicos ni una hipoteca perfecta. La clave es encontrar la que más se adecue a tus necesidades. Habla con varios bancos, compara condiciones y firma lo que mejor te encaje. La perfección no existe, pero con buena información puedes tomar decisiones acertadas.