Cómo gestionar el riesgo en una inversión

A muchas personas les frena la inversión porque temen que algo salga mal. Déjame decirte una cosa: las cosas van a salir mal, pero probablemente no van a salir de manera catastrófica.

Aquí te voy a dar algunos consejos para que inviertas con la máxima seguridad posible, entendiendo que todos podemos sufrir riesgos y que no hay inversiones perfectas.

Horizonte de la inversión

Para mí, es fundamental plantearme el horizonte: cómo van a suceder las cosas. Necesito visualizar cómo van a ir pasando los diferentes hechos. Si, por ejemplo, hablamos de una inversión inmobiliaria:

  • ¿Cómo va a ser la compra?
  • ¿Cómo voy a reformar esa vivienda?
  • ¿Cómo la voy a dejar?
  • ¿Cómo vamos a hacer el proceso de comercialización?
  • ¿Cómo vamos a cerrar a esos clientes para alquilárselo o vendérselo?

Es muy importante que tengas claro cada una de las fases de este proceso. Hay diferentes fases que debes entender y ese conocimiento lo que hará es darte tranquilidad, sabiendo que pase lo que pase, habrá una solución para ello.

Piensa que en la inversión inmobiliaria o cualquier tipo de inversión, hay más personas que han pasado por ahí. Así que ten presente que puedes pedir ayuda a personas que ya han pasado por ese camino y que te pueden echar una mano.

Lista de problemas y soluciones

Una vez has visualizado esto, es muy importante hacer un listado de todos esos problemas que fase a fase pueden ir ocurriendo. Haz un listado de todos esos problemas y busca dos o tres soluciones para cada problema. Por ejemplo:

  • No encuentro una empresa de reformas que me haga un buen trabajo barato: Una solución podría ser que preguntes a inmobiliarias qué empresas de reformas utilizan y si saben de un presupuesto más ajustado a las necesidades que tú tienes.
  • Cuando pongo la venta a un inmueble y no se vende: Una estrategia puede ser el buzoneo por la zona, otra estrategia puede ser mejorar los acabados o hacer algo especial en esa vivienda para que las demás personas vean un valor que no tienen las demás.

Ten en cuenta que la compra de una vivienda es un tema racional, pero también hay una parte muy importante emocional. Así que haz un listado de todos estos problemas que puedan salirte, de todas esas dificultades, de todas esas pequeñas piedras o grandes rocas en el camino que te vas a encontrar para ver cómo lo vas a solucionar. Eso hará que tengas una claridad absoluta de cómo va a ir el proceso.

Equipo de expertos

Para las grandes piedras, tendrás que rodearte de un equipo de expertos, un equipo de personas que han atravesado ese camino y que te van a decir: «Mira, lo mejor es que hagas esto. Esta piedra por este lado, esta otra por este lado, esta otra habrá que destruirla.» Te van a marcar el camino. Es muy importante que vayas consiguiendo todo este equipo.

Los conocimientos no salen de la noche a la mañana y pretender en el minuto uno tener la claridad absoluta de cómo va a ir el proceso es algo imposible y, además, es algo que no es eficiente.

Empezar el camino

Lo que es eficiente es empezar a andar. Si, por ejemplo, me planteo que quiero ir de Madrid a Coruña, no me puedo memorizar cada curva y ver cómo va a ir. Tengo que ir haciendo camino a camino, entendiendo cuánto valdrá el trayecto, cuántas paradas tengo que hacer, si tengo que parar a dormir, si tengo que parar a comer, cuántas veces tengo que parar a descansar.

Preparar el camino es necesario, pero hay que arrancar el motor y empezar ese camino. Este es uno de los mensajes que siempre te mando en este canal de YouTube, ya lo sabes. Y si eres nuevo aquí, no olvides suscribirte a este canal para recibir más vídeos como este y aprender de finanzas, de inversiones y de dinero para que tu vida económica mejore.

Entender tu perfil de inversión

También quiero hablarte de que a la hora de invertir hay diferentes tipos de perfiles. Te hablaré de cuatro tipos de perfiles:

1. Ahorrador que Invierte

El primero de ellos, que es probablemente el más habitual, es el ahorrador que invierte. Es una persona que tiene que ahorrar porque el dinero en el banco no le da nada. Hay muchas personas que están en este grupo y que probablemente si el banco les diera un 4%, un 5%, un 6% de rentabilidad, no se complicarían la vida comprando acciones en bolsa, comprando fondos de inversión o comprando viviendas para alquilar. No harían eso. Es importante que entiendas esto por si tú estás en este grupo. No pasa nada, es perfecto que busques maneras de rentabilizar tus ahorros.

2. Inversor Pasivo

El segundo es el inversor pasivo. Es una persona que invierte y no solo invierte, sino que invierte sin preocuparse demasiado. Es una persona que quiere invertir para tener los beneficios de la inversión, pero muchas veces no se quiere encargar de todo el proceso. Así que contrata a profesionales para que le lleven a cabo sus inversiones.

Es la típica persona que invierte en fondos indexados porque sabe que al invertir ahí no tiene que estar pendiente de los resultados de las empresas tecnológicas, de los resultados de los bancos, de los resultados de las empresas de energía. Invierte en toda la economía, en todo un país o incluso en toda la economía mundial con las principales empresas del mundo.

3. Inversor Activo

El tercer tipo es el inversor activo. Es un inversor que busca sus propias inversiones, ama el mundo de la inversión y le gustan diferentes tipos de inversiones o, a veces, solo una. Hay inversores en bolsa que les encanta analizar empresas, ver tendencias, ver lo que se va a mover y decidir si invierten en una acción del Banco Sabadell, una acción de Repsol, una acción de una empresa americana, da igual.

Lo que hacen es elegir dónde van a invertir su dinero. Esto también ocurre en gran medida en el sector inmobiliario, donde hay gente que no solamente quiere dar el dinero a los demás para que se lo trabajen, sino que quieren tomar sus propias decisiones, tener sus inmuebles, sacar su rentabilidad y trabajar en esos inmuebles.

4. Inversor Profesional

El último tipo es el inversor profesional. No se conforma con mover su dinero, sino que también quiere mover el dinero de otras personas. Es lo que hacemos también nosotros. A veces invertimos solo nuestro dinero, pero en muchas ocasiones invertimos conjuntamente con otras personas: personas con las que nos complementamos, que partimos de la misma filosofía.

Generalmente son alumnos, inversores, parte del equipo, familia, amigos. Invertimos conjuntamente en operaciones para comprar, reformar y vender. De lo que se gana, repartimos un porcentaje del beneficio para quien ha aportado el capital y otro porcentaje por la gestión y por ese tiempo.

Hay diferentes tipos de inversores para que entiendas que puedes tú invertir tu dinero, hacer que otros inviertan tu dinero por ti y también puedes incluso llegar a gestionar el dinero de otras personas. Esto es algo que te va a potenciar y depende de donde quieras estar.