Hay dos ingredientes fundamentales para lograr la libertad financiera:
- Ingresos Masivos: Esto significa conseguir unos ingresos muy grandes en muy poco tiempo. Te voy a dar claves en este vídeo para que tú también lo puedas hacer.
- Ingresos Pasivos: Esto significa que, cuando ya tienes un patrimonio, puedas vivir de ese patrimonio. Eso será en una fase posterior.
Mucha gente cree que lo que tenemos que hacer al invertir es ir a buscar enseguida los ingresos pasivos, pensando que de esta manera nos olvidamos y tenemos el beneficio de cobrar por las inversiones. Pero para mí, es un error. Primero, vayamos a hacer grande la bolsa de dinero y luego ya la pondremos a rentabilizar.
Así que lo que hice fue dibujar un plan. Básicamente, lo que necesitaba era tener una habilidad que fuera altamente rentable. Es decir, no pensé ni siquiera en invertir mi dinero, pensé en cómo podía hacer para que mi tiempo se dedicara a lo más rentable posible.
Vi diferentes opciones dentro de que soy economista y, con la poca experiencia que tenía en ese momento en el sector inmobiliario, vi que la mejor opción era el sector inmobiliario. Básicamente, teniendo inversores grandes que compraban muchos metros cuadrados de edificios para reformar y vender, si yo podía conseguir que esas personas llegáramos a un acuerdo y cobrar un porcentaje de sus beneficios, eso sí que eran ingresos masivos.
Trabajé en consultoría y me pagaban un sueldo. Luego, estuve dirigiendo un pequeño vivero de empresas y también me pagaban un sueldo. Pero nada que ver con hacer operaciones inmobiliarias. Todo cambió el día que decidí trabajar para esos inversores inmobiliarios.
Primer paso: Crecer tus ingresos
Céntrate tú, si quieres lograr lo más pronto posible la libertad financiera, en un negocio o en una actividad que te genere ingresos masivos. Si es tu caso, ya lo tienes. Si no, te doy un ejemplo: llevo años desde 2013 divulgando todo esto para que más gente entienda la potencialidad y los beneficios que puede dar el sector inmobiliario.
Para mí, el primer punto inicial fue hacer trabajo para otros muy bien pagado, y eso era cobrar un porcentaje sobre los beneficios. Fase número uno cubierta: empezamos a comprar edificios, reformarlos y venderlos. En cada edificio se podía ganar en torno a medio millón de euros, a veces más, a veces menos. Yo me quedaba en ese momento con el 20% de los beneficios, calculando 100.000 euros por cada operación.
Segundo paso: Crecer tu patrimonio
¿Cuántas operaciones podemos hacer al año? Cuatro, cinco, seis, algún año más. Eso fue el motor que me hizo conseguir unos ahorros para poder prosperar económicamente.
Una vez cubierta esta fase y teniendo el dinero suficiente, ya me podía considerar libre financieramente. Porque si yo invertía 400.000 euros y era capaz de sacar una rentabilidad del 25%, siguiendo el mismo modelo de comprar, reformar y vender (en este caso con pequeñas viviendas o con lotes de viviendas), podría sacar alrededor de 80.000-100.000 euros de rentabilidad cada año, mucho más de lo que necesitaba para vivir.
Así conseguí tener el patrimonio suficiente para poder decir que a los 27 años tenía el dinero suficiente para, tener los ingresos masivos necesarios para poder vivir de ello. No significa que a los 27 años no tenía que hacer nada y me llegaba automáticamente a mi cuenta corriente cada mes, sino que tenía el capital suficiente y las habilidades para mover ese dinero y poder vivir de ello sin depender de horarios o jefes.
El resumen es que, si eres una persona que aplica estos conocimientos, puedes llevar a cabo en el mundo inmobiliario. El siguiente paso fue que unas operaciones las hacía yo y otras las seguía haciendo con inversores más pequeños, con los que nos juntábamos para hacer operaciones de inversión. Obviamente, me llevaba el 100% del beneficio del dinero que yo invertía, y de los beneficios del dinero que invertían los inversores, cobraba un porcentaje.
Inversiones y Rentabilidad
Inicialmente, cobraba unos porcentajes menores, pero luego fui cambiando esos porcentajes. Actualmente, estoy cobrando el 35% de los beneficios por llevar a cabo una inversión: me encargo de todo el proceso y el inversor solo tiene que poner el dinero y se lleva el 65% de los beneficios de ese proyecto. Por ejemplo, si un proyecto da un 30% de rentabilidad, un 19.5% es para el inversor y un 10.5% es para mí y mi equipo.
Nos encargamos de gestionar y trabajar con diferentes inversores en inversiones conjuntas. No invertimos solo, sino que siempre invertimos nosotros también. Es marca de la casa que, cuando decimos a alguien que invierta, nosotros también invertimos en esos proyectos.
Plan de futuro
El futuro, en algún momento, es plantarse y decir hasta aquí hemos llegado. Puede ser vender todo lo que tengo, ponerlo en viviendas o edificios que me den rentabilidad, delegarlo en administradores de fincas y en empresas que se encarguen de todo, para no preocuparme por nada y cobrar cada mes unas rentas y vivir de ello.
Esto es algo que podría hacer técnicamente. Si partimos de la base que, después de gastos e impuestos, puedes conseguir como mínimo una rentabilidad del 5%, eso significa que si gasto aproximadamente unos 5.000 euros al mes, es decir, 60.000 euros al año, con un patrimonio de 1.200.000 euros podría conseguir esos 60.000 euros al año (un 5% de ese millón 200.000).
Mi invitación
Tener esa tranquilidad económica es algo que se ha conseguido sobre todo por tener un plan. Te invito a que dediques tiempo a ti, a tener un plan, a dibujar cómo vas a hacer crecer tu patrimonio con ingresos masivos y luego cómo vas a poner el patrimonio a funcionar para rentabilizarlo con ingresos pasivos. Dibuja tu plan, síguelo y disfruta del camino, porque es lo más importante.
Yo podría literalmente vivir de rentas y seguir disfrutando el camino, que es lo que realmente me hace feliz.
Economista e inversor inmobiliario.
Más de 100 millones de euros invertidos en inmuebles y 800 operaciones inmobiliarias a sus espaldas.
Fundador de Inversor PRO y CEO de Monest Capital.