Invertir puede ser una de las decisiones más importantes en tu vida financiera. El dilema entre usar deuda (apalancamiento) o capital propio divide opiniones, ya que ambas opciones ofrecen ventajas y riesgos únicos.
Prefiero llamar las cosas por su nombre, así que voy a poner la palabra que muchos odian: deuda.
¿Qué es el apalancamiento?
Cuando estás frente a una inversión y te proponen avalarte, te dicen que puedes invertir más de lo que tienes. Por ejemplo, si tienes 100.000 euros y te ofrecen apalancarte al 90%, significa que en lugar de invertir solo tus 100.000 euros, podrás invertir un millón. El 10% lo pones tú y el 90% lo pone otra persona, un banco o un inversor.
Cuidado con esto, porque si en lugar de invertir con 100.000 euros, inviertes con un millón, estás jugando diez veces más fuerte.
Para quienes venden cursos de formación, es tentador promover el apalancamiento, pero yo, que vivo de las inversiones, me siento obligado a advertirte.
El apalancamiento implica usar dinero prestado para aumentar el monto de tu inversión. Si la inversión tiene éxito, las ganancias serán mayores porque usaste menos capital propio. Sin embargo, en caso de pérdidas, el impacto también se amplifica, poniendo en riesgo tus finanzas.
Ejemplo práctico:
Imagina que compras una propiedad de 100.000€:
- Sin apalancamiento: Usas 100.000€ de tu bolsillo. Si sube un 10%, ganas 10.000€.
- Con apalancamiento (50% deuda): Aportas 50.000€ y financias el resto. Si sube un 10%, la ganancia sobre tu capital invertido es 10.000€, es decir, un retorno del 20%.
Esto demuestra cómo el apalancamiento puede acelerar resultados, pero con riesgos.
Ejemplo de inversión con y sin apalancamiento
- Sin apalancamiento:
- Inviertes 100.000 euros.
- Si la inversión va bien y ganas un 10%, generas 10.000 euros de beneficio.
- Si va mal y pierdes un 10%, pierdes 10.000 euros y te quedas con 90.000 euros.
- Con apalancamiento:
- Inviertes 100.000 euros como el 10% de una inversión de un millón.
- Si la inversión va bien y ganas un 10%, generas 100.000 euros.
- Devuelves el millón y te quedas con 100.000 euros más los 100.000 iniciales.
- Si la inversión va mal y pierdes un 10%, terminas con 900.000 euros, que es justo lo que debes al banco. Pierdes tus 100.000 euros iniciales.
Riesgos del apalancamiento
Es común en varios mercados, incluidos los inmobiliarios y financieros, promover el apalancamiento porque es rápido y parece suculento. Sin embargo, mucho cuidado porque cuando te endeudas, los problemas se multiplican.
Ventajas y desventajas del apalancamiento
Ventajas:
- Maximiza el retorno sobre capital invertido.
- Permite diversificar al invertir en múltiples activos.
- Es útil para acceder a oportunidades de alto costo.
Desventajas:
- Incrementa las pérdidas si el mercado baja.
- Genera obligaciones financieras constantes, como el pago de intereses.
- Requiere una planificación exhaustiva para evitar problemas de liquidez.
¿Qué debo de hacer?
Estas son las 3 conclusiones que tienes que tener en cuenta:
- Evalúa tu capital: Invierte según tus posibilidades y evita sobreendeudarte.
- Crecimiento gradual: Prefiero que tu patrimonio crezca poco a poco.
- Épocas de crisis: La deuda puede ser especialmente peligrosa en tiempos de crisis.
Casos de éxito y fracaso con apalancamiento
Ejemplo de éxito:
Los inversionistas inmobiliarios suelen usar deuda controlada para adquirir múltiples propiedades, generando ingresos por alquiler que superan los costos del préstamo.
Ejemplo de fracaso:
En el mercado de criptomonedas, muchos inversores usaron apalancamiento excesivo en 2022. Al caer los precios, no pudieron cubrir las llamadas de margen, perdiendo toda su inversión inicial.
Estos casos refuerzan la importancia de usar apalancamiento solo cuando tienes un plan sólido y puedes absorber pérdidas.
¿Cuándo es mejor usar tu propio dinero?
Invertir con capital propio es ideal si buscas evitar riesgos adicionales o no tienes experiencia gestionando deuda. Esta opción:
- Reduce el estrés financiero al no tener obligaciones de pago.
- Garantiza que no pierdas más de lo que estás dispuesto a invertir.
- Es adecuada para inversiones conservadoras o principiantes.
Sin embargo, limita el crecimiento, ya que dependes exclusivamente de tus ahorros.
Cómo decidir qué estrategia usar
- Evalúa tu tolerancia al riesgo: Si el apalancamiento te genera ansiedad, tal vez sea mejor usar tu propio capital.
- Estudia el mercado: Sectores estables, como bienes raíces, suelen ser más adecuados para apalancamiento.
- Calcula tu capacidad de pago: Asegúrate de que puedas cubrir los pagos incluso en escenarios adversos.
- Diversifica: Si usas deuda, no pongas todos tus recursos en una sola inversión.
Estrategias de inversión seguras con apalancamiento
- Comienza con poco: Usa apalancamiento en porcentajes pequeños para entender cómo afecta tus finanzas.
- Mantén un fondo de emergencia: Esto cubrirá tus obligaciones si el mercado cae.
- Consulta a un asesor: Un profesional puede ayudarte a estructurar estrategias adaptadas a tus objetivos.
Endeudarse para invertir
Endeudarse para invertir es una estrategia que muchos ven con potencial, pero que también conlleva importantes riesgos. La idea básica es pedir dinero prestado, ya sea a través de un crédito o préstamo, y utilizar esos fondos para invertir en activos que se espera generen una rentabilidad mayor que el costo del préstamo.
Esto puede aumentar significativamente las ganancias si la inversión sale bien, pero también amplifica las pérdidas si los rendimientos no son los esperados. Por eso, antes de embarcarse en esta estrategia, es fundamental analizar cuidadosamente la capacidad de pago y los riesgos asociados.
¿Qué opción es mejor para ti?
El uso de apalancamiento o capital propio depende de tus objetivos y tu perfil de riesgo. Si priorizas la seguridad, usar tus propios recursos es la mejor opción. Por otro lado, si buscas maximizar rendimientos y puedes gestionar el riesgo, el apalancamiento puede ser una herramienta poderosa.
En este tipo de decisiones, la gestión del riesgo es clave. No solo se trata de evaluar si la inversión es prometedora, sino también de asegurarse de que las condiciones del préstamo sean favorables y que no se comprometa la estabilidad financiera personal.
En caso de que los rendimientos sean insuficientes o los mercados se desplomen, la deuda sigue siendo una obligación que puede arrastrar a problemas mayores. Por ello, endeudarse para invertir puede ser útil en manos de inversores experimentados, pero es vital actuar con prudencia y contar con un plan sólido para amortiguar posibles contratiempos.
¿Listo para tomar mejores decisiones financieras? Explora más recursos o consulta a un asesor para descubrir estrategias personalizadas que te ayuden a alcanzar tus metas.
Economista e inversor inmobiliario.
Más de 100 millones de euros invertidos en inmuebles y 800 operaciones inmobiliarias a sus espaldas.
Fundador de Inversor PRO y CEO de Monest Capital.